domingo, 11 de febrero de 2007

"EL VIAJE"


Óscar Maturano Carrera

Al grupo 310 del Colegio de Bachilleres No. 1, “El Rosario”, los llevará la profesora de historia a ver las ruinas de Cacaxtla, a Tlaxcala. En ese grupo me tocó a mí.

Estábamos bien emocionados, qué chido wey, van a llevar también al salón de tu morra, me dijo el Rizos, que era mi súper cuate. Si, brother, me la voy a jalar al camión, pero a ver si no se pone punk la profesora, ya ves que me trae de encargo por lo del examen.

Nel, no hay bronca, va ir cuidando al Fóforo, ya ves que lo torció fumando mota en el paraescolares. Pus a ver que pasa.

Pasó tiempo y por fin llegó ese día. Traía unas chelas para el camino, para aguantar la sed. Estaba toda la banda reunida afuera del camión. En eso llego la profesora; a ver, los del 310 al camión uno y los del 303 al camión dos. Profesora, Aurora no cabe ya en ese camión y en el 1 sobra un lugar. Ay, Maturano, mejor te mando a Luis, es el que pagó al último.

No, pus como quiera.

Ni pedo, me dijo el Rizos, el chiste es que abordamos el camión, ya arriba toda la flota se jaló atrás, porque justamente adelante de la banda iban las Gremlins, eran un par de morras, las nenas de 10, las que nunca se volaban las clases; las chismosas y aparte no nos querían, siempre nos echaban de cabeza. Y como era de esperarse, nosotros abrimos las chelas, hacía mucho calor y el agua no mata la sed, eso decía el Apache.

Cámara, wey, rola, dice el Samurai; el Cadáver le pasa la wuama al Samu, en eso una Gremlin lo ve y le dice a la maestra. La profesora grita desde adelante: ¿Quién trae cerveza?

Y desde donde estábamos responde el Trik trak: Nosotros, pero ya no alcanzó, ya se acabó. Todo el camión empezó a reírse, nadie aguantaba la broma del Trik. En la primera parada al baño se juntó la bola; adelante había un niño gordito pelón, su cabeza estaba bien puesta para unos zapes; el que inició fue el Scrapi: extiende la mano y ¡chin!, le suelta el primer guamazo al chavito. Nada mas se le veía la cabecita roja del mazapán que le metió el Scrapi, luego siguió el Fóforo.

Pobre morro, nada mas volteaba a ver quién le pegaba. En eso la maestra daba instrucciones y gritó: ¡Mamá, me están pegando!… ¿Quién?, ¡No sé! Ya la maestra voltea de nuevo a dar instrucciones y el Apache le dice al morro: Tenga otro, por puto.

Fuimos a llenar las chelas y en la tienda aparece Chafino, bueno, el se llamaba Serafín pero por su bien le decíamos Chafino, como le decía el Rizos: qué chinga, chafino, desde que naciste estas condenado a que te carguen pila. Él era de Veracruz, ya tenía cinco años viviendo aquí y no se le quitaba el acento.

En eso topamos al Scrapi ponchando un cigarro de mota. No chaparrito, no fumes mota porque ya nos vamos, le dice el Chafino. No, carnal, nomás lo ando armando.

Seguimos el viaje. En eso empezó a oler muy raro, llego el olor hasta adelante y grita el chofer: ¡Atrás me huele a mota, jóvenes!, el Fóforo responde: ¡Pus láveselo, viejo cochino! La maestra se levanta y llega al asiento de Scrapi; le dice: ¿Qué fumas? Cigarro, pero aguantándose la respiración. ¡No, es mota!, dice la maestra, y el chaparrito responde que si que no y chin le sale el humo y le da todo en la cara a la maestra. Semejante chaparro, estás reprobado… ¡Chale!, si voy bien. ¡No, nada, estás reprobado!

Ni modo y dame el cigarro; ni modo tenga, y me voltea a ver. Y tú, Maturano, si sigues tomando también te repruebo y seguimos el viaje.

Y las Gremlins nos dicen: Ya ven, para qué están así. Les dijimos, ya cállate pinché fea, por tu culpa reprobé.

En eso, el chaparro le prende los pelos a una, y grita maestra: ¡Huele a mota!... ¡No, manita, me están quemando los pelos, apágame! En eso el Rizos corre y le vacía la mitad de una chela en la cabeza, corre la maestra y nos dice al regreso los separo, chamacos desmadrosos.

Llegamos al lugar del viaje. El Rizos se metió a una pulcata y compro tres litros de pulque, los cuales la maestra nos recogió. El chaparrito se quedo dormido arriba de la pirámide de la serpiente.

Ahí quedó como una hora y no nos podíamos ir porque lo estaba buscando la profesora. A mí y al Rizos nos mandaron al otro camión, por fin, con mi pollita. Al Chafino le toco con el Fóforo. Al chaparrito en el pollero, al lado del chofer, al Cadáver con Mariela, que por cierto estaba bien guapa. En fin, el chiste es que ese viaje fue inolvidable.
Grupo: 19LDPV

No hay comentarios.: